- Tratamiento médico de la ATM
- Artrocentesis de la ATM
- Artroscopia de la ATM
- Cirugía abierta de la ATM
- Prótesis completa de ATM
La afectación de la articulación temporomandibular o también denominada ATM, consiste en una patología que afecta principalmente a mujeres de edad media, con una incidencia en la población general superior al 20 %.
La ATM es la articulación a través de la cual la mandíbula se articula con la base del cráneo, permitiendo realizar de forma correcta las funciones de apertura y cierre mandibular, masticar, hablar, deglutir, etc.
Las estructuras más importantes implicadas en dicha articulación, consisten en el cóndilo mandibular, la fosa articular del hueso temporal y el menisco articular que se encuentra entre las otras dos estructuras.
Las alteraciones que conciernen a la ATM son variables y se engloban en lo que se denominamos “Síndrome de Disfunción Temporomandibular”. Este se puede producir por diferentes causas: degenerativas, inflamatorias, musculares y por alteraciones morfológicas o en la posición del menisco articular entre las más frecuentes.
El tratamiento del Síndrome de disfunción temporomandibular consiste en un tratamiento escalonado, empezando por medidas conservadoras, que en manos de especialistas adecuados, serán efectivas hasta en el 80 % de los pacientes. En su comienzo, el tratamiento se basará en la administración de fármacos o la prescripción de férulas de descarga que se utilizarán principalmente durante la noche.
En fases más avanzadas, si las anteriores medidas no han resultado efectivas o si se comienza a producir disminución en la apertura de la boca se dispone de otras medidas más invasivas, aunque poco agresivas como es el caso de la artrocentesis, por medio de la cual se procederá a lavar la articulación, eliminando aquellas sustancias inflamatorias responsables del dolor;
Mediante la artroscopia de la ATM, a través de una óptica endoscópica y sin incisiones a nivel de la piel, se procede a diagnosticar con exactitud la alteración que padece el enfermo, así como realizar lavados, y una serie de maniobras para conseguir recapturar el menisco desplazado o coagular zonas de inflamación.
En caso de que estas maniobras no sean concluyentes, existen otras más agresivas que requieren cirugía abierta de la articulación, e incluso en los casos muy avanzados, el único tratamiento viable podría ser la colocación de una prótesis de titanio.